Lima, feb. 03 (ANDINA). A fin de conocer el avanzado sistema constructivo de la civilización Caral, 150 especialistas vinculados al trabajo de conservación del patrimonio cultural arquitectónico, provenientes de varios países y departamentos del Perú visitaron la ciudad sagrada ubicada en la provincia limeña de Barranca.
Asistieron investigadores, funcionarios públicos, académicos, estudiantes, entre otros, provenientes de Polonia, México, Chile, Ecuador y Bolivia, así como de Cusco, Arequipa, Ayacucho, La Libertad, Lambayeque, Ica, Amazonas, Tumbes y Piura.
En el sitio se efectuó un debate en torno a la conservación de los monumentos arquitectónicos, identificando problemas y planteando alternativas que permitan prevenir su deterioro.
La visita tuvo lugar durante el III Taller de Investigación, Conservación y Puesta en Valor de Monumentos Arquitectónicos, organizado por el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS), Unidad Ejecutora Nº 003 del Ministerio de Cultura.
Los participantes pudieron apreciar el trabajo realizado por el PEACS desde hace 16 años para la conservación y restauración de los edificios monumentales que integran los diferentes asentamientos arqueológicos de la civilización Caral.
Se destacó la importancia del trabajo multidisciplinario que realiza el PEACS -entre arqueólogos, arquitectos e ingenieros estructurales- para la conservación de los monumentos arqueológicos, a fin que ello se realice sin alterar los valores históricos y la autenticidad de dichos monumentos.
Ruth Shady, jefa del PEACS, manifestó que las labores efectuadas para prevenir el deterioro de los monumentos de la civilización Caral constituyen un reto, debido a la antigüedad de las edificaciones, las condiciones ambientales y por ubicarse nuestro país en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, lo que genera una intensa actividad sísmica.
Durante la reunión se incidió en la importancia de valorar y aplicar los conocimientos de los antiguos caralinos, como las tecnologías sismorresistentes, a través del uso de las shicras, que eran bolsas tejidas conteniendo piedras, que se colocaban como relleno de las plataformas que conforman el edificio piramidal.
En junio de 2009, la Unesco reconoció los valores históricos, auténticos y universales de la ciudad sagrada de Caral con su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por lo que su preservación y conservación son supervisadas por este organismo.
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