Paraíso debajo de la arena.
Se ha encontrado grafitos antropomorfos en templo de era Ichma.
También corredor con acueductos y objetos de tiempos incaicos.
Novedad. Hallazgos recientes dejan preguntas sobre visitantes al santuario.
Miguel Angel Vallejo S.
La arqueóloga Gianella Pacheco y sus tres obreros batallan contra el desierto, rescatando los grafitos del Templo Pintado, recinto cercano al ídolo de Pachacamac, en el corazón de este santuario. Este es uno de los hallazgos más recientes en el santuario, de lo que el pequeño grupo de investigadores del santuario le arrebata a la tierra.
El terreno del Templo Pintado se descubrió en 1938, pero desde entonces hasta inicios de 2010 había permanecido inexplorado. Exhibe unos grafitos deteriorados de hombrecitos, aves y plantas, que datarían de la época Ichma, alrededor del 1300 d.C., antes de la construcción de los edificios más conocidos del santuario: el Templo del Sol y el Acllahuasi, hechos por los incas.
En ese contexto, podemos encontrar la importancia de los grafitos hallados. "Pueden representar el mito de cómo Pachacamac crea los frutos y los animales, también hay diseños de pequeños camélidos", comenta Pacheco.
La investigadora y su equipo trabajan techando con esteras los espacios descubiertos y colocando cortavientos de caña para preservarlos del viento y el sol. Asimismo, resanan los grafitos con una masa hecha de sustancias naturales.
La calle de los peregrinos
Por otro lado, la arqueóloga encargada de la Calle norte-sur, Katiusha Bernuy, refiere el suelo empedrado que encontraron pasando la segunda muralla de Pachacamac, "metro y medio bajo el nivel del piso", donde aparecen unos canales de agua que han podido irrigar pirámides.
"Estos caminos son de la época inca. Se han encontrado restos de comida de la zona, con abundancia de peces, papa, camote, camélidos americanos... en recipientes como keros, lo que puede significar que era para hacer agasajos", comenta la arqueóloga.
Pacheco señala que, al margen de la monumentalidad de las construcciones, siempre puede haber mucho más bajo la arena. De algunas pirámides solo se percibe la parte superior, pero bajo ellas hay metros de recámaras.
Nuevo corredor.
Para 2011 se espera abrir un nuevo acceso desde la puerta principal, bordeando la segunda muralla. No es gratuita esta innovación y responde a un hecho histórico.
La nueva entrada se hará para que los visitantes a Pachacamac accedan al recinto como los peregrinos que iban al oráculo del santuario, utilizando el corredor estudiado por la arqueóloga Bernuy.
"Pachacamac recibía a peregrinos de todas partes, que accedían al recinto atravesando las cuatro murallas, que tenían corredores para guiarlos", explica la investigadora.
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