Este blog trata de la continuidad del proyecto educativo "Conociendo y valorando nuestro Patrimonio Cultural monumental: Huaca Fortaleza de Campoy", de la I.E. Nº 0090 "Daniel Alcides Carrión" de Campoy, que promueve el conocimiento y valoración de nuestro patrimonio cultural y natural, mediante el grupo de Defensores del patrimonio y Guías escolares de turismo KUSI SONQO, dirigidos por el Profesor Arturo Vásquez Escobar.
domingo, 13 de marzo de 2011
El Carnaval Juliaqueño: Ofrenda a la Pachamama.
A partir de nuestra Cosmovisión Andina, el hombre, la naturaleza y el mundo, así como nuestra compenetración en las raíces de la investigación del mundo andino, tradiciones y costumbres, en suma el folklore de nuestros pueblos andinos y del Awya Yala
Escribe: Escribe: Samuel Álvarez Enríquez.
1.- GÉNESIS Y EVOLUCIÓN:
Nuestra región qolla y el altiplano puneño, es muy rica en tradiciones, costumbres, leyendas, aún literatura oral, desde ancestrales tiempos pre incas, pasando por las incas, el coloniaje, la república y la de nuestros días, cuya historiografía está rellena de acontecimientos sobre todo de carácter folklórico desde su concepción contemporánea y del presente siglo XXI en marcha.
El punto de partida es el Calendario Inca, derivado de sus actividades agrícolas que, con el advenimiento de los meses del pisi o huch´uy poqoy (poca o pequeña maduración y enero, en el calendario gregoriano) y el hatun poqoy (febrero o gran maduración, en Español y el gregoriano), se acostumbraba, realizar el pukllay (jugar), en aquellos meses el huch´uy y hatun pukllay, acompañada de grandes ceremonias rituales de “ofrecimiento” (ofrenda) a Pachamama (madre tierra), después de los cuales festejar con el desarrollo de las conocidas qhashwas, wiphalas, q´akchas, unukahas y demás costumbres, tradiciones y danzas de los hoy, llamados CARNAVALES, que hasta nuestros días se ejecutan en todas y cada una de las comunidades, capitales distritales y provinciales del interior de la región qolla, como así lo hacen también en otras regiones con características singulares y peculiares que nos distinguen, tan es así por ejemplo las costumbres de las “yunsadas”, “cortamontes”, “mallki kunpay”, etc. tienen los mismos contenidos románticos, bucólicos, pastoriles, guerreros (guerra tupay) y propiamente desarrollar ese “juego” en todo espíritu de cosas, claro, hoy en día completamente moderno, contemporáneo, de la era cibernética y espacial.
Durante el periodo de la Dominación Colonial, aquellas costumbres se trasladan hacia la ciudad, con criterio de “simbiosis” cultural, mezcla de las autóctonas con las impuestas por los españoles y la inclusión de Santos, todo lo “sagrado” o los auto-sacramentales. En Juliaca aquel huch´uy pukllay (carnaval chico) concuerda con el día del suplico y muerte de San Sebastián del calendario gregoriano por ello, la costumbre y tradición opta llamarse también hasta hoy Qhashwa de San Sebastián, donde se incluyen elementos literarios, musicales, danzariles y de costumbres; más bien el hatun pukllay inmersa con los carnavales, deviniendo luego la “cuaresma” o “tentación”, muy unida al calendario festivo católico del mundo judío y de oriente medio.
El siglo XX pasado es decisivo en la formación y presentación actual de los carnavales juliaqueños, como también en la región qolla y el ande; en Juliaca, aquella costumbre desde la Qhashwa de San Sebastián se asienta junto con el desarrollo de los carnavales y la realización de todo un calendario de fiestas carnestolendas aún desde más antes, durante y después del Carnaval propiamente dicho, con la presencia de los “taripakuy” (alcanzar), señalakuy (marcar, señalar), presencia de las “apaqhata” (alcanzar regalos), la propia qhashwa y los “kacharpariy” (despedida); mejor con la presencia de casi todos los elementos carnestolendos de ofrenda, baile y costumbre tradicional folklórica por demás. Se incluyen por ejemplo tarqas y tarqadas, pinkilladas, sikus y sicuris, a parir del año 1924 presencia de la marinera y pandilla puneñas, más adelante hacia el 50 al 70, influencia de ch´utas bolivianos, luego qhashwas y comparsas carnavaleras del interior del departamento, deslumbrando en concursos y su presencia en calles y plazas juliaqueñas.
2.- ORÍGENES Y DESARROLLO ACTUAL:
Se atribuye a la Directiva del barrio y miembros del actual Mercado Internacional del Túpac Amaru II de la década del 70 al 80 del pasado Siglo XX, el haber iniciado propiciar los carnavales juliaqueños, como los que hoy en día se presentan, al haber convocado a concursos de danzas en diferentes géneros y especies, a cuyos inicios, como hemos podido apreciar de cerca, presencia de la mayor parte de comparsas del carnaval del interior de las comunidades, distritos y capitales provinciales muy cercanas a Juliaca como Cabana, Cabanilla, Huataquita, las del norte del departamento, tales Capachica, Huatta, Coata, Huancané Moho, Putina, Azángaro, Melgar y Lampa, respectivamente haciendo gala de sus propios carnavales, los mismos que al acaecer la tarde y noche de aquellos días Juliaca se vestía de cantos y harawis (poesías), música y danza de aquellos, incluidas tarqas, tarqadas y pinkilladas, sikus y sikuris, así como Pandillas Puneñas, huancaneñas y moheñas ingresando por diversos conos de la ciudad prestos a desarrollar su mentado “kacharpariy”, iniciando el lunes del carnaval, concluyendo el día sábado de Cuaresma. El domingo de la “Tentación”, la población integra de Juliaca se trasladaba hasta la capital de distrito de Caracoto (San Román) allí, después de la misa, procesión y demás acciones en honor a “Cristo de la Amargura”, la municipalidad organizaba los concursos de Marinera y Pandilla Puneña, así como danzas autóctonas. Era tedioso trasladarse en horas de la noche “a pie” desde Caracoto a Juliaca por la escasa movilidad, los grupos de “Pandilla Puneña” llegaban desde allí ejecutando, su posterior “kacharpariy” despidiéndose, hasta el próximo año o próximo carnaval. De las convocatorias que realizaba Túpac Amaru, los días viernes de cuaresma, le siguió la directiva de Machu Aychas para el día sábado, en años siguientes directivos del mercado Manco Cápac, convocan para el día jueves; en otros años atrás convocaron miembros de los mercados “Las Mercedes”, “Micaela Bastidas” y finalmente por intermedio de radio “Sol de los Andes”, la década del 80 al 90 pasados convocó a los “pasacalle”, más conocida en la actualidad como “Parada Folklórica”, donde al igual a los otros, se presentan hoy en día al colorido que hacen del Carnaval juliaqueño, para nosotros, “Añejo, prolongado, masivo y fastuoso Carnaval del Perú”, presentándose danzas de “todas las sangres”, diseminados en el uso de trajes autóctonos y de luces que conocemos. No está demás señalar que en algunos años, la mayor parte de estas presentaciones estuvo regentada por la Federación de Folklore y Turismo de la provincia San Román, en cambio hoy en día que cumple el mismo rol se denomina Federación de Arte y Cultura (FEDAC), quien encamina y regenta las presentaciones día a día en su desarrollo.
3.-ETAPAS:
Se presenta en dos, muy bien definidas y caracterizadas:
1ra: Carnaval Chico: denominado también Qhashwa de San Sebastián, danza de toqoros y pinkillos o simplemente danza de los toqoros, ejecutada el día 20 de enero de todos los años, con un programa que inicia el 19 en horas de la tarde. En el Registro de danzas y costumbres del Altiplano, ésta se encuentra como “Danza de Toqoros”.
2da: Carnaval Propiamente Dicho: que sigue en actividades, con el domingo de compadres, domingo de comadres, que al nivel qolla y andino, se efectúan dos y un jueves antes del carnaval, respectivamente. Le siguen la Entrada del Ño carnavalón (sábado antes del carnaval), presencia de Machu Aychas y Ch´iñipilkos, en la década del 2000 al 2010, vuelve la presencia de la Pandilla Puneña por intermedio de la APAJ (día domingo del carnaval);“taripakuy” y concurso de tarqas y tarqadas y kacharpariy (lunes); preseneia del “chiuchico azangarino”(martes); Concurso de danzas con trajes autóctonos “pinkillo” de oro, plata y bronce que organiza la ASFOCHIJU (ch´iñipilkos) del “miércoles de ceniza”; concurso de danzas del mercado Manco Cápac “varilla” de oro, plata y bronce del jueves; concurso de danzas del mercado internacional Túpac Amaru II, “sombrero” de oro, plata y bronce del día viernes; concurso de danzas que organizan Machu Aychas en la explanada del “apu” Huayna Roque con los premios “toqoro! De oro, plata y bronce; concurso de danzas del distrito de Caracoto con los premios. “corona” de oro, plata y bronce; y la gran Parada Folklórica del día lunes de Cuaresma y la premiación correspondiente a todos los participantes. Presencia de los “kacharpariy” y otras costumbres heredadas, inclusive desde ancestrales tiempos pre incas e incas, pasando por el coloniaje, la república y de nuestros días.
No está demás señalar que en los días del desarrollo del carnaval incluida la “Cuaresma” del calendario religioso católico, en calles, plazas, urbanizaciones, y demás asentamientos humanos, se desarrollan costumbres de “yunsadas”, “cortamontes”, “mallki kunpay”(cortar árboles, traducido del Quechua al Español), qhashwas, wiphalas, unukahas, q´akchas, “pandillas” (moheñas, hunacaneñas y puneñas) con sus respectivos “alferados”, “capitanes”, etc. y los “kacharpariy” de costumbre al final.
4.-APORTES CARNESTOLENDOS JULIAQUEÑOS:
Son variadísimos, por razones de espacio, solo mencionamos algunos:
1.- Con el desarrollo del Carnaval Chico, se dan inicio a los carnavales en América y el mundo.
2.- Presencia y participación del “tucumano juliaqueño”.
3.- Inclusión y presencia de “sikus y sikuris juliaqueños”.
4.- Inclusión en el erario nacional y mundial de los instrumentos musicales: toqoros, pinkillos, sikus, sobre todo de música pentafónica, proveniente desde ancestrales tiempos.
5.- Surgimiento de “maestros bordadores” y “careteros”, utilizando recursos variados de origen y explotación juliaqueños
6.- Surgimiento de la “Coreografía Juliaqueña”, tan igual o parecida a la “Coreografía del Kollao” de que nos habla el ínclito Folklorólogo y Escritor Lizandro Luna La Rosa (1893-1964).
5.- CONCLUSIÓN:
Por la naturaleza de este “Añejo, prolongado, masivo y fastuoso Carnaval del Perú”, merece especial atención de parte de las autoridades, por lo que debe ser considerado “Patrimonio Cultural del Perú y del Mundo”.
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