Lima, mar. 04 (ANDINA). Alrededor de cien mil turistas recorren por estos días nuestra Sierra disfrutando las fiestas de carnavales y dejando significativos aportes económicos para el desarrollo local, principalmente Ayacucho, Junín, Cajamarca, Puno, Apurímac, que reciben, en promedio, 20 mil turistas cada una
La capacidad hotelera y de restaurantes llega a su tope por estas semanas, aun cuando año a año llegan nuevas inversiones en servicios turísticos.
La inversión en oferta hotelera aún es lenta, sin embargo, hay esfuerzos de la población por mejorar la calidad de los servicios de hospedaje, de alimentación y otros que están a disposición del turista. Saben que es parte de su desarrollo.
El carnaval de Cajamarca es la fiesta más afamada del país. Rica en expresiones culturales y tradicionales, recibe a los visitantes con comparsas, pasacalles, bailes de antifaces, noches de reinas, cortamontes, concursos entre barrios y coloridos corsos.
La ciudad tiene 117 establecimientos de hospedaje, con un total de 2,114 habitaciones y 4,465 camas, pero solo 14 de ellos tienen categoría 3 y 4 estrellas.
Además, el visitante tiene a su disposición 237 restaurantes en toda la región.
La Dirección Regional de Turismo de Cajamarca prevé para 2011 inversiones privadas por 600 mil dólares comprometidas en hospedajes y por 2 millones de nuevos soles del Estado en el acondicionamiento del complejo arqueológico de Cumbe Mayo.
Huamanga celebra el carnaval con festividades que van desde lo urbano hasta lo rural. Las quenas, charangos, guitarras y mandolinas resuenan en manos de los músicos mientras recorren los barrios. Se prepara el cortamonte y en medio de comidas y bailes se observan diferentes prácticas andinas y concursos.
Los ayacuchanos hacen su esfuerzo, pero falta inversión. Ciento ochenta restaurantes y 57 hospedajes en toda la región, la mayoría de ellos no categorizados, nos dan cuenta de la situación.
La Cámara Regional de Turismo de Ayacucho tiene en sus registros 12 restaurantes de 2 tenedores, el resto carecen de categoría. Y en el caso de hospedajes, Huamanga tiene 17 hoteles y hostales de una a tres estrellas, mientras que en toda la región hay más de 40 hospedajes no categorizados.
En Puno, los carnavales en las zonas rurales de esta región son de vital importancia para el reencuentro familiar y promueven con gran intensidad el turismo interno. La oferta hotelera suele ser copada por el turismo receptivo, la ciudad tiene ahora desde hoteles exquisitos hasta hospedajes para mochileros.
Los servicios de restaurantes y agencias de viaje se han diversificado y cada vez tienen mayor demanda los paquetes de turismo vivencial y místico, de naturaleza y de aventura.
Aunque en las gestiones pasadas la inversión pública fue reducida, en los últimos años, el Estado ha construido el malecón turístico del lago Titicaca y carreteras que han conectado a Puno con Arequipa, Cusco y Moquegua, pero también con Bolivia y Brasil.
Junín pone en valor zonas turísticas
En Jauja, Junín, unos 50 conjuntos folclóricos con trajes autóctonos, mestizos y trajes de luces hacen del carnaval un majestuoso evento. La Calixtrada, el desfile de carros alegóricos, la traída y el cortamonte son parte de la secuencia festiva que los jaujinos preparan durante buena parte del año.
La región tiene un creciente número de visitantes y los atiende en 383 centros de hospedaje, la mayoría de ellos se ubican en Huancayo (185) y Chanchamayo (100). La calidad de la atención mejora, pero aún no está certificada, solo 53 de estos establecimientos están categorizados.
La intervención del Estado ahora se concentra en poner en valor sitios turísticos como la zona monumental de la ciudad de Jauja, la red turística arqueológica y cultural de los distritos de Tunanmarca, Pomacancha, Marco, Acolla y Janjaillo, en Jauja; y el corredor turístico Tarma-Selva Central.
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